La radio, la nostalgia y lxs fantasmas
Hace 100 años llegó la radio en el Perú. Radio Lima (OAX-AM) fue la primera estación nacional. Al comienzo, su audiencia estaba compuesta solo por quienes podían costear una radio, manteniendo un aire elitista. Leguía, viendo su valor propagandístico, la impulsó y usó con fines políticos.En los años 60, con la llegada de equipos baratos, la radio empezó a llegar a más hogares. Como un avance vertical, fue la clase media la que acogió el progreso de la radio y, con ella, sus influencias. La Nueva Ola fue un movimiento latinoamericano, que adaptó canciones del rock & roll gringo y europeo. Su popularización en las urbes del continente encontró fricciones, al ser tildada de extranjerizante.
Debido al cargado ambiente político en la región, la Nueva Ola también se vio acompañada por una marea de actores políticos. Tanto la CIA, como las ideas de izquierda empezaron a adentrarse en campañas políticas en la región. Las canciones de autos, desamores y banalidades adolescentes fueron sazonadas con letras de protesta que responden a particularidades de cada país.
Las condiciones provocadas por estas corrientes políticas propulsaron una diáspora: quienes podían, se iban al extranjero. Muchxs se fueron para nunca regresar, añorando atardeceres, novixs y barrios. Aquí es donde la radio y los servicios postales se convirtieron en herramientas para “regresar” en forma de canciones. Entre nostalgia y esperanza, estos playlists amalgaman sentimientos de quienes se van, quienes se quieren ir y lxs que se mantienen.
Poco a poco, los países origen se fueron transformando en el colectivo popular y personal. Las canciones de la época recuerdan a muchxs de momentos que nunca regresaran mientras para lxs descendientes son fábulas de ciudades, calles y hogares que ya no existen. Es así que estas canciones son para recordar
fantasmas, sentimientos e imaginarios esculpidos por nuestras sentimentilidades.